“El hecho de que un paciente acuda voluntariamente a la consulta, habitualmente significa que reconoce que podría tener un problema”, comentó el Dr. Martinez Raga, y dijo "yo también descartaría la existencia de otras posibles dependencias comórbidas. Sin embargo, si el paciente acude al servicio de urgencias, el escenario es completamente diferente. El paciente puede presentar síntomas de depresión o delirio, y la dependencia del alcohol pasa desapercibida muy a menudo". Señaló que las concentraciones de alcohol en sangre o en orina no se determinan rutinariamente y que los servicios de urgencias no suelen disponer de analizadores de aliento. Un buen interrogatorio clínico es la piedra angular de la evaluación de la dependencia del alcohol, al igual que una revisión minuciosa de los síntomas que el paciente puede presentar, incluido su estado de ánimo en el momento de la presentación.

El Dr. Martinez Raga admite la dificultad de diferenciar la depresión propiamente dicha de la dependencia del alcohol, y considera que el orden de aparición de los problemas no es importante, puesto que ambos problemas se deben tratar de forma conjunta. “La guía NICE es buena en muchos aspectos, pero no es perfecta”, comentó. “Si un paciente muestra tendencias suicidas durante el ingreso, ¿cómo podemos esperar una abstinencia al alcohol mediante fármacos antes de tratar la depresión?” Cree que una buena entrevista clínica en muchas ocasiones puede identificar el problema principal pero, si tiene dudas, en la medida de lo posible trata la dependencia del alcohol y la depresión de forma simultánea. A menudo, a los pacientes con depresión que son dependientes del alcohol les es más difícil aceptar la dependencia del alcohol que la depresión, pero una vez superada la depresión, pueden desear reducir el consumo de alcohol.

Comentó que “Los niveles de incumplimiento terapéutico de los pacientes con dependencia del alcohol no difieren mucho de los observados en otras patologías psiquiátricas. Al igual que ocurre en otros tipos de pacientes psiquiátricos, la mayoría no consideran que padezcan una enfermedad y, por consiguiente, muchos no toman la medicación correctamente”. “Si un paciente realmente no desea recibir tratamiento, sencillamente no vuelve.” El Dr. Martinez Raga considera que la relación terapéutica se basa en la confianza, y que los pacientes dependientes del alcohol no se engañan más a sí mismos o a sus médicos que otros pacientes. Colaborando con el paciente a través de las intervenciones motivacionales y las muestras de empatía como parte de la alianza terapéutica, el paciente confiará en su médico y colaborará con él, tomando la medicación y sometiéndose a otras terapias.