Depresión invernal: ¿mito o realidad?

Independientemente del trastorno afectivo estacional relacionado con el clima, algunos factores sociales y culturales pueden dificultar las vacaciones de invierno de las personas propensas a sufrir enfermedades mentales. Para muchas personas, esta época significa alegría y fortalecimiento de las relaciones. Pero existe una sensación generalizada de que no todo el mundo está contento y hay pruebas que lo respaldan.

Según una amplia encuesta europea, la satisfacción vital de las personas entrevistadas hacia finales de diciembre era pequeña y significativamente más baja que la de las personas que fueron entrevistadas en otras épocas del año.1 El balance general del estado de ánimo que comunicaron estas personas era menos favorable: en promedio, las emociones positivas seguían siendo superiores a las negativas, pero en menor grado que en otras estaciones del año.
El hallazgo de que las vacaciones de invierno aumentan la frecuencia de los sentimientos negativos indica la necesidad de mantenerse alerta ante posibles exacerbaciones de problemas de salud mental.

Para las personas aisladas y deprimidas, el “encanto invernal” no existe.

Aunque este año la pandemia de Covid-19 alterará las actividades habituales en muchos países, las festividades navideñas normalmente se asocian a encuentros con amigos y familiares, y esta época puede ser particularmente infeliz para las personas que no mantienen relaciones personales, especialmente en ausencia de los contactos rutinarios en el trabajo.

 

Estar solo entre la multitud

Para las personas sin hogar, a menudo como consecuencia de problemas graves de salud mental, esta época puede ser especialmente sombría. Una mujer con esquizofrenia no tratada ha escrito sobre los años que pasó las fiestas navideñas sin hogar, sin amigos y sin familia, y sus comidas festivas eran alimentos que rescataba de contenedores de basura.2

En un estudio que se llevó a cabo en Canadá se vio que los factores causantes de estrés que los pacientes atendidos por urgencias psiquiátricas durante el periodo de invierno comunicaron con mayor frecuencia eran la soledad (40 %) y estar sin familia (38 %).3 Pero los motivos del bajo estado de ánimo y de otros problemas de salud mental son complejos.

Más horas de oscuridad pueden propiciar la depresión.

La reducción de la exposición a la luz solar en los meses de invierno se relaciona con la depresión invernal episódica, y se ha demostrado la implicación de una disfunción del sistema serotoninérgico.4 Una revisión Cochrane reciente ha concluido que las evidencias del beneficio de la fototerapia para la prevención del TAE son escasas,5 pero la exposición a la luz es crucial para el mantenimiento del ritmo circadiano, y la alteración de dicho ritmo se asocia con deterioros cognitivos y del estado de ánimo.6
También es consecuencia de las alteraciones del sueño, que son características de las festividades navideñas: los sistemas de neurotransmisores que median el sueño se superponen a los sistemas que participan en el mantenimiento de la salud mental.7

 

Ayudar a las personas en riesgo

Durante las vacaciones de invierno es importante tener presente la posibilidad de empeoramiento de la salud mental, y que los pacientes busquen ayuda cuando la necesiten. Debemos reconocer los efectos beneficiosos del ejercicio regular y el sueño; los efectos adversos del consumo excesivo de alcohol, y el estrés que pueden causar la sobrecarga de la economía doméstica y, en algunas ocasiones, las dinámicas familiares.

En sus recomendaciones para las personas en riesgo, Marjorie Baier combina la experiencia profesional con el sentido común:8

  • Reducir los factores que causan estrés:

- Planificar el tiempo, los gastos y los contactos sociales

- Anticiparse y tomar medidas para evitar conflictos familiares

- Compartir las tareas para que la responsabilidad no recaiga en una sola persona

- Gestionar las expectativas en relación a los regalos

 

  • Promover mecanismos de afrontamiento:

- Recurrir al apoyo de familiares, amigos y de la comunidad

- Organizar encuentros para compartir experiencias con personas en riesgo de aislamiento; y

- Mejorar el apoyo a los toxicómanos en riesgo de recaída.

Our correspondent’s highlights from the symposium are meant as a fair representation of the scientific content presented. The views and opinions expressed on this page do not necessarily reflect those of Lundbeck.

Referencias

1. Mutz M et al.  Applied Research in Quality of Life 2016;11:1341–56

2. https://www.psychologytoday.com/gb/blog/recovery-road/201812/schizophre…

3. Velamoor VR et al. Soc Behav Pers 1999;27:303-8

4. Magnusson A, Boivin D. Chronobiol Int 2003;20:189-207

5. Nussbaumer-Streit B et al. Cochrane Database Syst Rev 2019;3 doi: 10.1002/14651858

6. Foster RG, Kreitzman L. Exp Physiol 2014;99:599-606

7. Wulff K et al. Nat Rev Neurosci 2010;11:589-99

8. Baier M. Perspect Psychiatr Care 1987;24: 64-8