Vínculo entre cumplimiento terapéutico y recuperación funcional en la esquizofrenia

El incumplimiento terapéutico es un problema importante en pacientes con esquizofrenia y puede frenar la consecución de los objetivos de respuesta, remisión y recuperación funcional. En un Simposio satélite del 34.º Congreso del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología celebrado en Lisboa, Portugal, que estuvo patrocinado por Otsuka y Lundbeck, la Dra. Charlotte Emborg Mafi, del Aarhus University Hospital, Dinamarca; el Profesor Eric Achtyes, del Michigan State University College of Human Medicine, EE. UU.; el Dr. Daniel Schöttle, del University Medical Center Hamburg-Eppendorf (UKE), Alemania; y el Profesor Philip Gorwood, del GHU Paris Psychiatry and Neurosciences, Francia, debatieron el rol de la intervención y el tratamiento tempranos en el cumplimiento terapéutico y la consecución de la recuperación funcional de los pacientes con esquizofrenia.

El éxito del tratamiento de la esquizofrenia puede definirse, en primer lugar, por la respuesta,1 luego por la remisión2 y, finalmente, por la recuperación funcional.3 La optimización del funcionamiento y la calidad de vida relacionada con la salud son objetivos terapéuticos importantes y deberían adaptarse a las necesidades y los objetivos de cada paciente.4

El éxito del tratamiento de la esquizofrenia no se limita a la respuesta, sino que también incluye la recuperación funcional

 

Mito: ¿Cómo podemos mejorar nuestra práctica de tratamiento de la esquizofrenia?

La Dra. Emborg Mafi afirmó que el incumplimiento terapéutico está relacionado con las recaídas5 y tiene consecuencias para la progresión de la enfermedad, el empeoramiento de las relaciones y el funcionamiento en general.6,7

  • En un estudio, el cociente de riesgos instantáneos de primera recaída de los pacientes no cumplidores en comparación con los cumplidores fue de 4,89 [intervalo de confianza 95 %: 2,49−9,60].5

El incumplimiento puede comenzar casi de inmediato.

  • En otro estudio de 2588 pacientes que habían recibido el alta de su primera hospitalización se constató que el 54,3 % no había cumplido el tratamiento durante el primer mes.8

La Dra. Emborg Mafi comentó que, teniendo en cuenta este problema, las tasas de recuperación de los pacientes con esquizofrenia podrían mejorar significativamente mediante la implementación de servicios de detección precoz e intervención en la psicosis.9

Los servicios de detección precoz e intervención en la psicosis pueden mejorar significativamente las tasas de recuperación de los pacientes con esquizofrenia

En comparación con formulaciones orales, el uso de inyectables de liberación prolongada (ILP) en las primeras fases también puede mejorar los resultados, por ejemplo:7

  • Las tasas de recaída
  • Las hospitalizaciones
  • Las complicaciones de la enfermedad y comorbilidades
  • El uso de recursos médicos

Sin embargo, los ILP no se utilizan de forma generalizada en las primeras fases de la esquizofrenia, posiblemente debido a:10

  • Una sobreestimación del cumplimiento de los pacientes
  • Una formación inadecuada respecto a las inyecciones que causa un sesgo en su uso
  • La creencia de que los ILP no son adecuados en este momento

 

Hecho: ¿Qué dicen los ensayos clínicos? “Cuanto antes mejor”

El uso de un tratamiento antipsicótico inyectable de liberación prolongada en las primeras fases puede mejorar las tasas de recaídas, hospitalizaciones y complicaciones de la enfermedad

El Profesor Achtyes explicó que el uso de un ILP en un estudio de 52 semanas (n=269) logró el control a largo plazo de los síntomas positivos y negativos y una prolongación significativa del tiempo hasta la recaída inminente, en comparación con placebo (n=134).11

En otro estudio, se comparó un ILP (n=234) con el fármaco de elección del médico (FEM) (n=235) en pacientes de 18−35 años de edad que habían tomado antipsicóticos durante <5 años.12

Los resultados evidenciaron una reducción del 44 % de la tasa de incidencia de la primera hospitalización con el ILP en comparación con el FEM, lo que significa que para prevenir una hospitalización adicional es necesario tratar a siete pacientes con el ILP, en comparación con el FEM.12

Una de las claves del éxito del reclutamiento de pacientes en el grupo ILP en este estudio fue la educación del prescriptor, que incluyó formación específica sobre ILP y una charla sobre los principios de la toma de decisiones compartida.10,12

 

Realidad: ¿Qué dicen los estudios realizados en la vida real? “Realmente funciona”

El Dr. Schöttle comentó que los estudios de la “vida real” pueden complementar los ensayos clínicos y abordar algunas lagunas del conocimiento.13

Destacó un estudio no intervencionista, prospectivo, multicéntrico y de 6 meses de duración, que se llevó a cabo en Alemania, en el que se hizo un seguimiento de pacientes a los que se había cambiado el tratamiento oral por un ILP.14

En general, el tratamiento ILP se asoció con una mejoría de los resultados clínicos, incluidos el funcionamiento psicosocial y el bienestar.14

  • Las mejorías del funcionamiento psicosocial fueron más pronunciadas en los pacientes más jóvenes (≤35 años vs. >35 años), lo cual respalda la intervención precoz para mejorar los resultados.

Los estudios de la vida real confirman la utilidad de los inyectables de liberación prolongada y demuestran mejorías en el funcionamiento psicosocial y el bienestar de los pacientes

Casi todos los pacientes y médicos calificaron la tolerabilidad de los ILP como “buena” o “muy buena”.14

Estos resultados concuerdan con los ensayos clínicos de ILP demuestran que los resultados de los ensayos clínicos se pueden reproducir en entornos reales con poblaciones de pacientes heterogéneas.14

 

Captura: ¿Es suficiente el control de los síntomas de los pacientes con esquizofrenia?

Mejorar el cumplimiento terapéutico puede contribuir a la recuperación funcional

El Profesor Gorwood explicó que la esquizofrenia se asocia con una extensa discapacidad funcional en las relaciones sociales, los resultados profesionales, la vida independiente y la forma física,15 y que los factores que contribuyen a lograr la recuperación funcional incluyen:16

  • Tener menos síntomas negativos y episodios psicóticos más breves
  • Los niveles altos de desempeño cognitivo y la ausencia de toxicomanías comórbidas
  • El buen cumplimiento terapéutico y el apoyo familiar
  • Un tratamiento integral y una buena relación terapéutica

El Profesor Gorwood señaló que para alcanzar la recuperación funcional es necesario lograr la recuperación clínica y la remisión. En un estudio observacional, prospectivo y de 12 meses de duración que incluyó a pacientes con esquizofrenia en fase inicial o intermedia y recibían tratamiento ILP, el 72 % de aquellos que alcanzaron la remisión funcional (n=226) también logró la remisión clínica, y solo el 14,9 % no la logró.21

Para determinar y controlar la remisión funcional pueden utilizarse instrumentos de evaluación 1720

 

Otsuka Pharmaceuticals Europe Limited y H. Lundbeck A/S proporcionaron soporte económico para este webinario

 

 

Our correspondent’s highlights from the symposium are meant as a fair representation of the scientific content presented. The views and opinions expressed on this page do not necessarily reflect those of Lundbeck.

Referencias

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2. Lambert M, et al. Dialogues Clin Neurosci 2010; 12: 393−407.

3. Harvey PD, Bellack AS. Schizophr Bull 2009; 35: 300−306.

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5. Robinson D, et al. Arch Gen Psychiatry 1999; 56: 241−247.

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8. Tiihonen J, et al. Am J Psychiatry 2011; 168: 603−609.

9. Correll CU, et al. JAMA Psychiatry 2018; 75: 555−565.

10. Kane JM, et al. J Clin Psychiatry 2019; 80: 18m12546

11. Kane JM, et al. J Clin Psychiatry 2012; 73: 617−624.

12. Kane JM, et al. JAMA Psychiatry 2020; 77: 1217−1224.

13. Sherman RE, et al. N Engl J Med 2016; 375: 2293−2297.

14. Schöttle D, et al. BMC Psychiatry 2020; 20: 77.

15. Harvey PD, et al. J Exp Psychopathol 2019; 10: 2043808719865693.

16. Silva MA, Restrepo D. Rev Colomb Psiquiatr (Engl Ed) 2019; 48: 252−260.

17. Llorca PM, et al. Schizophr Res 2009; 113: 218−225.

18. Amri I, et al. Value Health 2014; 17: A765−766.

19. Morosini PL, et al. Acta Psychiatr Scand 2000; 101: 323−329.

20. Barak Y, et al. Compr Psychiatry 2010; 51: 94−98.

21. Gorwood P, et al. Psychiatry Res 2019; 281: 112560.