Mantener la salud cerebral
La prevención de las consecuencias a largo plazo de la esquizofrenia, y en particular de las recaídas múltiples, es el principal desafío terapéutico que afrontan los psiquiatras y los pacientes que padecen esta patología. En este simposio se debatió el uso del tratamiento continuado con antipsicóticos inyectables de acción prolongada.
El Prof. István Bitten, de Budapest, Hungría, comentó los resultados del tratamiento continuado e intermitente de la esquizofrenia. Desde hace mucho tiempo se sabe que las tasas de recaída son mucho más altas en los pacientes que suspenden la medicación antipsicótica que en aquellos que toman el tratamiento de manera continuada. Incluso en pacientes seleccionados en los que el abandono del tratamiento tras un primer episodio psicótico se gestiona muy cuidadosamente, , en lo que se refiere a recaídas, los resultados siguen siendo considerablemente peores que en aquellos pacientes que continúan tomando la medicación.
Estas recaídas tienen un efecto negativo sobre el bienestar y la funcionalidad del paciente. Si el paciente recae repetidamente, la duración de las recaídas generalmente se prolonga. Tras unos pocos episodios, algunos pacientes pueden experimentar una psicosis continua y poco alivio sintomático. Asimismo, tras una recaída, un porcentaje de pacientes desarrollará resistencia al tratamiento original efectivo. Debido a que muchos pacientes con esquizofrenia presentan múltiples recaídas, en cualquier grupo de pacientes es probable que se observe un número creciente de pacientes difíciles de tratar y que desarrollan enfermedad resistente al tratamiento.
Las recaídas múltiples tienen un efecto negativo sobre el bienestar y la funcionalidad del paciente
La esquizofrenia se asocia con una menor esperanza de vida. El riesgo de mortalidad, al igual que el riesgo de recaída, también es mayor en los pacientes que no reciben tratamiento que en aquellos que toman antipsicóticos.
El Prof. Henry Nasrallah, de St. Louis, Missouri, EE. UU. también comentó la importancia crítica de prevenir las recaídas. Afirmó que los síntomas de la esquizofrenia tienen varias consecuencias adversas, que incluyen mayor deterioro de la funcionalidad, autolesiones y suicidio, mendicidad y encarcelamiento, pérdida de autoestima, y bajos niveles de calidad de vida y funcionamiento social.
Señaló que el incumplimiento terapéutico es la causa principal de las recaídas y que el proceso patológico de la esquizofrenia tiene un impacto sobre el incumplimiento. Los pacientes con una consciencia de enfermedad limitada, deterioro cognitivo, síntomas negativos como abolición, pensamientos paranoides sobre el origen de los efectos adversos o aquellos que puedan estar consumiendo sustancias, pueden tener dificultades para gestionar su pauta de medicación oral. Por consiguiente, la mayoría de pacientes dejan de tomar los antipsicóticos orales poco después de su primer episodio de psicosis. Sin embargo, las posteriores recaídas relacionadas con el incumplimiento terapéutico son perjudiciales para el tejido cerebral.
Las recaídas se asocian con neuroinflamación y estrés oxidativo, debidos a un aumento considerable de radicales libres en el cerebro. Un primer episodio de psicosis destruye la materia gris y daña la conectividad y la neuroplasticidad cerebrales. Esta pérdida aumenta con cada episodio. El Prof. Nasrallah habló con pasión de los efectos dañinos del proceso patológico y sostuvo que la psicosis es tan peligrosa para los pacientes como el cáncer o las cardiopatías. Considera que los psiquiatras deberían estar tan determinados a impedir que un paciente padezca un segundo episodio de psicosis como los cardiólogos están determinados a prevenir un segundo infarto de miocardio en sus pacientes. Afirmó que la mejor estrategia para conducir a los pacientes hacia la remisión y la recuperación consiste en evitar las recaídas después de un primer episodio de psicosis.
Tratar los episodios psicóticos tan seriamente como se trata un infarto de miocardio y tomar medidas agresivas para prevenir un segundo “ataque cerebral”
El Prof. José Olivares, de Vigo, España, abordó la cuestión del cuál es el mejor tratamiento para la esquizofrenia y para evitar la recaída. Destacó que los fármacos disponibles para tratar la esquizofrenia son muy eficaces, pues los números de pacientes que es necesario tratar para lograr resultados significativos son bajos, pero también es necesario usar estos fármacos de forma efectiva para lograr los mejores resultados posibles. Para mejorar el funcionamiento a largo plazo, se debe optimizar el tipo y la cronología del tratamiento.
El Prof. Olivares y todos los demás ponentes de esta sesión presentaron pruebas de la eficacia mejorada de los inyectables de acción prolongada respecto a los antipsicóticos orales. Los ponentes también abogaron por un uso temprano de estas terapias de acción prolongada, pues se ha demostrado que iniciar estos tratamientos poco después del inicio de los síntomas mejora los resultados del paciente en lo que se refiere a recaídas y a la evolución de la enfermedad. Asimismo, los inyectables de acción prolongada han demostrado ser neuroprotectores frente a los efectos neurotóxicos de las recaídas de la esquizofrenia.
El diagnóstico precoz y el tratamiento ininterrumpido con antipsicóticos son fundamentales para mejorar la funcionalidad a largo plazo
El diagnóstico precoz y sostenido, y la administración efectiva de los medicamentos antipsicóticos son factores decisivos de la evolución del paciente con esquizofrenia, una patología en la que el fracaso de un tratamiento subóptimo tiene importantes consecuencias. Con un tratamiento eficaz y administrado continuamente, los pacientes con esquizofrenia pueden lograr un buen funcionamiento social y autonomía a largo plazo.