Los estudios que combinan varios marcadores sanguíneos son prometedores para el diagnóstico diferencial de las demencias. Una combinación de marcadores plasmáticos puede detectar la presencia de patología amiloide incluso diez años antes de que se observe positividad en la PET/ LCR.
Los biomarcadores sanguíneos ya podrían implementarse en la práctica clínica con objetivos de cribado, diagnóstico, pronóstico y control de pacientes con enfermedad de Alzheimer (EA). Este mensaje fue importante. Al finalizar su ponencia ante el pleno del AAIC2020, Charlotte Teunissen, del VU University Medical Center de Ámsterdam, Países Bajos, comentó que basa su confianza en datos recientes que demuestran que la combinación de marcadores sanguíneos refleja los diferentes procesos patológicos que participan en la EA.
La combinación de marcadores proporciona una foto más completa de la patología de la EA y debería mejorar la precisión.
Las combinaciones mejoran la comprensión de la complejidad de la EA
En los estudios participaron varias cohortes clínicas en las que los investigadores determinaron las isoformas 42 y 40 de β-amiloide (Aβ), la tau fosforilada a nivel del aminoácido 181 o 217, los neurofilamentos ligeros (NfL) y la proteína acida fibrilar glial (GFAP).
Lo más sorprendente es quizá la evidencia que aporta el estudio del Registro-Biobanco de Gemelos de los Países Bajos, presentada por Anouk den Braber, de que los niveles de β-amiloide plasmático1-42/1-40 y GFAP de personas con deterioro cognitivo predijeron la positividad al amiloide en exámenes PET/ de LCR diez años más tarde.
Al inicio, la combinación de β-amiloide1-42/1-40 y GFAP mostró un AUC de 0,89, una sensibilidad de 0,75 y una especificidad de 0,96. Comparativamente, las cifras correspondientes del marcador de β-amiloide1-42/1-40 fueron de tan solo 0,69, 0,42 y 0,98.
También durante el AAIC2020,
- Los datos de Inge Verberk y colaboradores muestran que el GFAP sérico y los NfL pueden predecir la conversión a demencia en 4-8 años en personas con deterioro cognitivo subjetivo.
- La profesora Teunissen presentó pruebas de que los niveles plasmáticos de GFAP y NfL están relacionados con la cognición global, la memoria, el lenguaje, la atención y la función ejecutiva.
- En un análisis de múltiples factores que incluyó la edad y la Apo E, el β-amiloide1-42/1-40 , el GFAP y el NfL fueron predictores de positividad en el PET con un AUC del 88 %, una sensibilidad del 82 % y una especificidad del 86 %.
Los análisis plasmáticos lo mostrarán
Estos hallazgos están basados en datos anteriores que demostraban que, por ejemplo, la edad, el sexo y la razón β-amiloide 42/40 plasmática ajustada a la ApoE predicen el deterioro cognitivo leve o demencia a los cinco años en personas que presentan deterioro cognitivo subjetivo y amiloide anormal en situación basal.1
Elisabeth Thijssen y colaboradores también han publicado recientemente datos que prueban que la pTau-181 plasmática identifica la positividad en el PET amiloide y PET tau.2 Las concentraciones de tau-181 fueron 3,5 veces más altas en los pacientes con EA que en los controles y distinguieron la EA de la degeneración lobular frontotemporal diagnosticada clínicamente y confirmada en la autopsia.
Charlotte Teunissen considera que estas determinaciones en sangre, que son poco invasivas y pueden repetirse, nos aproximan a los instrumentos de cribado que precisamos para contribuir al desarrollo de fármacos modificadores de la enfermedad para personas en riesgo de padecer EA, y también pueden facilitar un seguimiento más estrecho de las personas que ya padecen la enfermedad.
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